¿Has pensado cómo te hace sentir la pared principal de tu recámara? La psicología del color es un estudio que se enfoca en analizar las emociones que nos generan distintos tonos.
Los colores que damos a cada espacio nos ayudan a ampliar o reducir áreas sin modificar la construcción de la misma, solamente a través de nuestra perspectiva visual.
Es importante tomar en cuenta cómo se comporta la iluminación de un espacio con el color de sus paredes para definir el tono que percibimos, ya que muchas veces es distinto al real.
Te compartimos la psicología de algunos tonos:
- Amarillo: evoca energía y concentración. Te recomendamos utilizarlo en un estudio o en la cocina. Evítalo en cuartos de bebés.
- Tonos claros: dan sensación de amplitud, relajación y tranquilidad.
- Rojo: pasión. Se debe utilizar con moderación, se recomienda en diseños minimalistas por su dominio.
- Naranja: calidez, bienestar. Recomendado para salas, pasillos o dormitorios. Se debe utilizar con moderación.
- Verde: Naturaleza, paz, armonía, frescura.
- Azul: calma, tranquilidad. Es un tono frío, por lo que no se recomienda en dormitorios. Es ideal para salas de juegos o ejercicio.
- Rosa: ternura, sensibilidad, cariño.
- Violeta: elegancia, poder, meditación.
Elige el color ideal para cada espacio según su uso. ¡Éxito en tu decoración!
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